Ficha de la serie: Nombre original: Pushing Daisies
Creador: Bryan Fuller
Sinopsis: Ned tiene una habilidad especial. Si toca a algo muerto, lo revive. Si toca algo revivido, vuelve a matarlo. Y si algo revivido pasa más de un minuto vivo, otro ser cercano similar muere en su lugar. Ahora el Pastelero utiliza esa técnica para resolver crímenes, resucitando muertos y preguntándoles quién les ha matado. Pero la cosa se complica cuando tiene que resolver el asesinato de su amor de la infancia, Chuck.
Año de comienzo: 2007
Duración: 22 capítulos de 45 minutos repartidos en 2 temporadas
Productora: ABC
Temporada 1: Esta deliciosa serie tiene todos los ingredientes para convertirse en una gran olvidada. Los personajes son entrañablemente extraños, las situaciones asombrosamente increíbles y las relaciones incómodamente tiernas.
Criando Malvas es al humor negro lo que Ameliè fue a las películas románticas. Es más, teniendo en cuenta la ambientación y la narrativa de esta serie, la comparación es inevitable. Ciertamente es una serie muy ingeniosa, con un planteamiento autoconclusivo que funciona a la perfección y la voz de narración más inteligentemente utilizada en un serie. El problema es que la temporada terminó abruptamente por culpa de la huelga de guionistas y, aunque dejan un buen cliffhanger, te deja con ganas de más y, sobre todo, con la sensación de no haber desarrollado nada la trama horizontal.
Temporada 2: En cambio, la segunda temporada, sin traicionar el espíritu de la primera, le da un nuevo giro de tuerca y desarrolla mucho más todos los personajes. Hasta tal punto que parece no haber personajes secundarios, sino que todos tienen su propia trama interesante y con gran tiempo en pantalla.
La trama horizontal cobra muchísima más relevancia y hace subir varios enteros a la serie... Una pena que la audiencia no pensara lo mismo. Con un share del 4% y una producción tan cuidada, la serie tenía los días contados. Fue cancelada a la mitad de la temporada y nunca pudo desarrollar las decenas de argumentos que tenía a medio presentar.
El final de la serie es precipitado y, aunque emotivo, deja muchos cabos sueltos y sólo consigue hilvanar, más o menos, los más importantes. Da mucha rabia y parece que la serie podría dar más de sí con tres capítulos más para poder cerrarse como se merece.
Lástima, pero sigue siendo una magnífica serie que te deja con una sonrisa en la cara quieras o no.
