Ficha de la serie:
Nombre original: Glee
Creador: Ryan Murphy, Brad Falchuk, Ian Brennan
Sinopsis: Un profesor de instituto, para volver a sentir la felicidad que sentía cuando cantaba en el coro de su instituto, decide hacerse cargo del Club de Coro de su instituto (Club al que sólo se apuntan los parias del instituto). Para rematar, la entrenadora del equipo de animadoras le odia de una manera más allá de la simple rivalidad.
Año de comienzo: 2009
Duración: 22 capítulos de 45 minutos en 1 temporada / Todavía en emisión
Cadena: Fox
Primera temporada: Glee mola. Es una serie sobre perdedores que, unidos, pueden ganar y no sólo eso, sino transformar todo a su alrededor. La serie no es más que un grupo de canciones famosas cantadas de modo que cuadre más o menos con una historia manida de superación y unión contra la adversidad, pero está hecho con mucho estilo.
Los personajes son muy divertidos, la química entre ellos es alucinante y se complementan muy bien sus personalidades. Por desgracia, el reparto coral se echa a perder por un guión que se centra en ellos sólo en momentos puntuales. Muchas subtramas se quedan en el limbo durante episodios, sin que nadie los mencione siquiera, y algunas tramas principales se resuelven demasiado rápido o con un clímax extraño.
Aún así, hay dos elementos que hacen de esta serie maravillosa. Por un lado, uno de esos villanos completamente imprescindibles: Sue Sylvester. Con su mala leche y sus insultos totalmente gratuitos, se gana el amor del público. Y por otro lado, los guiones condensan una crítica ácida y satírica de la sociedad como pocas veces se ve en televisión y que, por momentos, me recuerda a los mejores gags de Me llamo Earl. Además, no esquiva los problemas que los peculiares estilos de vida de los protagonistas pueden llevarles en el instituto, sino que los desarrolla hasta la última consecuencia. Muchas veces esa consecuencia no es muy creíble, pero se agradece que el problema no se esconde, como ocurre con muchas otras series actuales.
La serie tiene sus defectos, sí. Pero tiene grandes virtudes que la han convertido en toda una revelación en Estados Unidos, donde han confirmado directamente para una TERCERA temporada. Quizás el mayor defecto sea lo infantil de su discurso, pero realmente también es su mayor virtud, que lo convierte en un programa que da muchísimo buen rollo y resulta inspirador.
Gran show, y gran selección de canciones, desde el pop más comercial al rock más duro. Cabe una mención especial al episodio final, con una selección probablemente inmejorable.
Segunda temporada: En cambio, en la segunda temporada, tengo sentimientos encontrados. Por un lado me quito el sombrero ante el magnífico despliegue de cameos (que no sólo no fagocitan la historia, sino que la complementan a la perfección) y aplaudo la inclusión de fantásticos nuevos personajes (me encanta la gorda luchadora grecorromana), aunque tengo que admitir que hay alguno que otro muy poco imaginativo (en serio, el boca-buzón sobraba).
La lista de canciones me pareció bastante acertada, incluso meten la cizaña justa para que puedas disfrutar de Justin Bieber o escuchar a Britney Spears sin arrancarte los tímpanos. Además se atreven con clásicos como The Rocky Horror Picture Show y, en definitiva, van más allá de lo que consiguieron en la primera temporada sin renegar de su espíritu.
Pero luego está ese ping pong de parejas, con unas tramas sentimentales que no me parecen realistas entre adolescentes. Tod@s se enrrollan con tod@s y hay momentos en que incluso llega a resultar difícil seguirles la pista. Aún así no sé si eso me disgusta porque me parece que los guionistas se esfuerzan de verdad por conseguir tramas diferentes a las típicas de las series americanas.
Sea como sea, la serie sigue siendo muy divertida de ver, tiene momentos muy emotivos y, aunque su irregular argumento hace que parezca que la temporada sea una transición en vez de una trama real, sigo recomendando su visionado.
Nombre original: Glee
Creador: Ryan Murphy, Brad Falchuk, Ian Brennan
Sinopsis: Un profesor de instituto, para volver a sentir la felicidad que sentía cuando cantaba en el coro de su instituto, decide hacerse cargo del Club de Coro de su instituto (Club al que sólo se apuntan los parias del instituto). Para rematar, la entrenadora del equipo de animadoras le odia de una manera más allá de la simple rivalidad.
Año de comienzo: 2009
Duración: 22 capítulos de 45 minutos en 1 temporada / Todavía en emisión
Cadena: Fox
Primera temporada: Glee mola. Es una serie sobre perdedores que, unidos, pueden ganar y no sólo eso, sino transformar todo a su alrededor. La serie no es más que un grupo de canciones famosas cantadas de modo que cuadre más o menos con una historia manida de superación y unión contra la adversidad, pero está hecho con mucho estilo.
Los personajes son muy divertidos, la química entre ellos es alucinante y se complementan muy bien sus personalidades. Por desgracia, el reparto coral se echa a perder por un guión que se centra en ellos sólo en momentos puntuales. Muchas subtramas se quedan en el limbo durante episodios, sin que nadie los mencione siquiera, y algunas tramas principales se resuelven demasiado rápido o con un clímax extraño.
Aún así, hay dos elementos que hacen de esta serie maravillosa. Por un lado, uno de esos villanos completamente imprescindibles: Sue Sylvester. Con su mala leche y sus insultos totalmente gratuitos, se gana el amor del público. Y por otro lado, los guiones condensan una crítica ácida y satírica de la sociedad como pocas veces se ve en televisión y que, por momentos, me recuerda a los mejores gags de Me llamo Earl. Además, no esquiva los problemas que los peculiares estilos de vida de los protagonistas pueden llevarles en el instituto, sino que los desarrolla hasta la última consecuencia. Muchas veces esa consecuencia no es muy creíble, pero se agradece que el problema no se esconde, como ocurre con muchas otras series actuales.
La serie tiene sus defectos, sí. Pero tiene grandes virtudes que la han convertido en toda una revelación en Estados Unidos, donde han confirmado directamente para una TERCERA temporada. Quizás el mayor defecto sea lo infantil de su discurso, pero realmente también es su mayor virtud, que lo convierte en un programa que da muchísimo buen rollo y resulta inspirador.
Gran show, y gran selección de canciones, desde el pop más comercial al rock más duro. Cabe una mención especial al episodio final, con una selección probablemente inmejorable.
Segunda temporada: En cambio, en la segunda temporada, tengo sentimientos encontrados. Por un lado me quito el sombrero ante el magnífico despliegue de cameos (que no sólo no fagocitan la historia, sino que la complementan a la perfección) y aplaudo la inclusión de fantásticos nuevos personajes (me encanta la gorda luchadora grecorromana), aunque tengo que admitir que hay alguno que otro muy poco imaginativo (en serio, el boca-buzón sobraba).
La lista de canciones me pareció bastante acertada, incluso meten la cizaña justa para que puedas disfrutar de Justin Bieber o escuchar a Britney Spears sin arrancarte los tímpanos. Además se atreven con clásicos como The Rocky Horror Picture Show y, en definitiva, van más allá de lo que consiguieron en la primera temporada sin renegar de su espíritu.
Pero luego está ese ping pong de parejas, con unas tramas sentimentales que no me parecen realistas entre adolescentes. Tod@s se enrrollan con tod@s y hay momentos en que incluso llega a resultar difícil seguirles la pista. Aún así no sé si eso me disgusta porque me parece que los guionistas se esfuerzan de verdad por conseguir tramas diferentes a las típicas de las series americanas.
Sea como sea, la serie sigue siendo muy divertida de ver, tiene momentos muy emotivos y, aunque su irregular argumento hace que parezca que la temporada sea una transición en vez de una trama real, sigo recomendando su visionado.